Las llantas que una vez rodaron sobre el asfalto, hoy están expuestas en una improvisada tienda ubicada sobre la Carretera Masaya hacia Los Pueblos. Coloridas e ingeniosas figuras pueden decorar los hogares de los conductores que hacen una parada para “echarle un ojito” y escoger la que más les gusta.
Doña Eda Flores, quien se encontraba observando el novedoso arte de hule, felicitó a los artesanos por la idea, “porque usted sabe que los nicaragüenses tenemos mucha creatividad, es genial el trabajo”, comentó. Francisco Espinosa Moreno es el nombre del artesano que hace cuatro meses se aventuró a sacarle “el jugo” a las llantas usadas, cuyo arte en hule sirve para el sustento de su pequeña familia.
En este tramo se ven imponentes las lapas, guardabarrancos, halcones, sofás, maceteras de guindar y de suelo. Todo esto es el reflejo de la mentalidad de este señor de tez morena. “A este trabajo le llamamos reciclaje de llantas. Las llantas que no servían o que se pueden utilizar para las quemas en huelgas y que contaminan el medioambiente, hoy le estamos dando un uso más beneficioso”, explicó Espinosa.
El artesano dijo que estas llantas no acumulan agua porque les hacen orificios por debajo y la pintura es resistente. Los precios de los productos van desde 200 a mil 800 córdobas, todo va en dependencia de las figuras, porque unas llevan más trabajo y pinturas que otras.
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