En la habitación 169 de un hospital de Managua la Miss Mundo Nicaragua 2014 Yumara López, de 22 años, batalla contra el cáncer de cerebro. Cada mes recibe tres quimioterapias, pero no pierde la fe.
Nació el 18 de diciembre de 1993. Su mamá, María Teresa López, cuenta que en principio recibió varios diagnósticos: infección por salmonela, infección en los riñones y gastritis. Todo ocurrió en 2014.
“Me dieron tratamiento para todo eso y yo no mejoraba”, cuenta Yumara, quien está sentada en un sofá café y recibe el tratamiento intravenoso para soportar el dolor. Excepto su madre, nadie sospechó que podría ser algo tan grave. “Por su instinto me hice una resonancia magnética, pero el resultado no mostraba mucho”, continúa. “Después de varias pruebas y sospechas me llevaron a El Salvador donde me hicieron una biopsia. Allí descubrieron lo peor”.
Logró recuperarse, pero en abril de este año, mientras trabajaba en la Agencia de Modelos Physical, en Panamá, recayó.
“Amigos nuevamente vengo a pedirles con amor que me ayuden a salir adelante, seguir teniendo fe y fortaleza inquebrantable para seguir batallando contra el cáncer”, escribió Yumara en su cuenta de Facebook.
Su mamá, quien no se ha separado de ella desde que la diagnosticaron cáncer, interrumpe para describirla: “Hay algo muy especial que tiene mi hija: es creyente en Dios”.
Un ramo de rosas rojas destaca —entre las pocas cosas que hay— a la par de la cama de Yumara. Se ha levantado para relatar un poco lo que está viviendo, aunque se nota somnolienta por los calmantes.
Las oraciones
Durante la entrevista, no ha dejado de mencionar su fe. “La primera vez que fui diagnosticada lo publiqué en Facebook y sentí todas las oraciones que las personas hacían, yo sentía esa energía que me regalaban. Es por eso que en esta recaída decidí volverlo hacer”, expresa López.
Agrega que “hay muchas personas de Nicaragua y otros países que me están apoyando con sus oraciones, y yo les doy las gracias”. Siendo este un agradecimiento que repite a cada momento.
“Mi hija es una mujer fuerte. Desde que inició todo este proceso únicamente ha llorado cuatro veces”, cuenta María Teresa López.
Días difíciles
“Esta es la experiencia más difícil de mi vida”, dice Yumara. Cuando recayó tenía un año de trabajar en Panamá. “Allá ella ganaba muy bien, estaba construyendo una buena carrera profesional”, lamenta su mamá.
Yumara se ríe y comenta que “ayer una de mis amigas vino con una estilista para que me arreglaran y así no perder mi belleza”. Pero solo pintaron sus uñas, el cansancio no le permitió más.
Luisa Amalia Urcuyo, Miss Nicaragua 1993, llega en el momento que Yumara platica sobre su novio. Un español al que llama “Tony” y con quien tiene más de tres años de estar.
Al mirarse, la sonrisa de ambas muestra el cariño que se tienen y que luego Urcuyo confirmó. “Desde que escuché en un evento su historia, la conocí y nos hicimos buenas amigas. Yo la admiro de verdad por su fortaleza, humildad y las ganas de vivir”.
“Ella es un testimonio de fe”, dice Luisa Amalia Urcuyo.
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